El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó el 26 de junio un préstamo de US$300 millones para respaldar el programa del gobierno de Costa Rica, cuyos objetivos son proteger el ingreso y los puestos de trabajo de la población ante el impacto de la COVID-19 (coronavirus), favorecer a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), reafirmar la sostenibilidad fiscal tras la crisis de salud y establecer las bases de una robusta recuperación pospandemia a través del crecimiento verde y un desarrollo bajo en carbono.

Los tres ejes del “Préstamo para Políticas de Desarrollo para la Gestión Fiscal y Descarbonización” están interconectados y se refuerzan mutuamente:

· Apoyo para la respuesta a la crisis de la COVID-19, centrándose en los medios de vida de la población vulnerable a través de transferencias en efectivo y medidas tendientes a defender los puestos de trabajo y las Pymes.

· Ayuda para la implementación de una reforma fiscal, mientras se estimula la economía a través de medidas que favorezcan la recaudación tributaria y ayuden a reducir el gasto, junto a la carga salarial y mejoras en la gestión de deuda.

· Promover la recuperación de una trayectoria de crecimiento constante luego de la pandemia, fortaleciendo las bases nacionales para el crecimiento verde y el desarrollo bajo en carbono. Las medidas incluyen acelerar el despliegue de tecnologías bajas en carbono e incrementar la resiliencia del sistema energético nacional.

La organización financiera destacó el trabajo de Costa Rica en materia sanitaria y aseguró que el Gobierno de este país «respondió rápidamente» ante las primeras señales de crisis con «medidas enérgicas de contención«, que a su vez frenaron los avances económicos de finales de 2019 y comienzos de 2020.

«Confiamos en la fortaleza de los sectores económico y de salud en Costa Rica junto con un proceso adecuado de formulación de políticas, lo cual es clave para afianzar la consolidación fiscal y establecer las bases de un crecimiento verde y resiliente”, dijo la directora del Banco Mundial para Centroamérica, Seynabou Sakho.

Las medidas de mitigación, respaldadas por nuestro préstamo para políticas de desarrollo, contribuirán con los esfuerzos de las autoridades por conservar los puestos de trabajo y por evitar que las personas caigan en la pobreza durante este difícil momento”.

 

Respuesta del Grupo Banco Mundial frente a la COVID-19

La operación de US$300 millones, financiada por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), es un préstamo de tasa fija y tiene un vencimiento final de 34,5 años, incluido un período de gracia de cinco años.

El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) es una cooperativa internacional dedicada al desarrollo, propiedad de los 189 países que lo integran. Como el mayor banco de desarrollo del mundo, el BIRF apoya la misión del Grupo Banco Mundial, proporcionando préstamos, garantías, productos de gestión de riesgos, y servicios de asesoría a los países de ingreso mediano y a los países de ingreso bajo con capacidad crediticia, y coordinando, además, las respuestas ante los desafíos mundiales y regionales.

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